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En el Centro Terapéutico del Vallès sabemos el precio que COVID-19 está cobrando en todos. Este cambio ha sido difícil y no sabemos cómo va a seguir desarrollándose. Por eso, hemos hecho que nuestros servicios en línea sean convenientes, sencillos y similares a la psicoterapia presencial. Si estás teniendo dificultades para sobrellevar la situación en este momento, nuestro equipo de terapeutas expertos en línea te atenderá de manera profesional. No importa dónde te encuentres, puedes conectarse con nuestros terapeutas en línea desde la comodidad de tu hogar.
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FAQs

Preguntas Frecuentes

Desde aquí respondemos a las preguntas comunes que nos hacen.
Primeramente hay que:

- Descartar el ‘a mí no me va a pasar’.
- Evitar la ‘actitud policíaca’.
- Fomentar la ‘comunicación’.

Ahora bien, cuando las sospechas son fundadas debe:

- Interesarse por la persona, no por la droga.
- Interesarse por las razones.
- Ayudarle a superar el problema.
- No infravalorarlo ni exagerar.
- Acudir a los profesionales adecuados.

No se le deben negar los aspectos positivos de su personalidad que tenía antes de su conducta de adicción a las drogas, sino al contrario, potenciarlos y dar seguridad a través de ellos.

También la familia debe cambiar la imagen que tiene del drogodependiente, no sólo en relación a su hijo, sino en relación con la problemática del consumo de drogas en general, y con los otros drogodependientes* .
Desde el inicio del consumo, generalmente esporádico, hasta el uso habitual de una determinada sustancia, cuando ya se puede considerar al sujeto como drogodependiente, forzosamente tiene que transcurrir un tiempo*. Este tiempo:

Es distinto para cada droga: La dependencia aparece de forma más rápida para el consumidor de heroína y de cocaína que para aquel que consume otras drogas, por ejemplo el alcohol.

El periodo de habituación puede ser más corto a medida que su hijo sea más joven y si además tiene problemas propios de la edad, de tipo psiquiátrico y/o psicológico y los intenta compensar con el consumo.

El tiempo necesario para conducir a la drogodependencia de una sustancia es menor de lo que vulgarmente se cree.

Algunos de los signos de sospecha de consumo podrían ser:

1. Aumento de la necesidad de dinero, traducido en:

- Pedir dinero a la menor oportunidad y recogerlo en el menor descuido.
- Cambiar objetos de valor con sus hermanos y compañeros.
- Gastar las sobras de la compra.
- Acudir a parientes, abuelos, tíos, etc. con necesidades urgentes de dinero a cambio de hacer algo.
- Inventar necesidades urgentes para sus estudios, como material escolar.

2. La búsqueda incesante de proveedores se manifiesta en:

- Salidas repentinas y a deshora.
- La pérdida de los compañeros con quienes acostumbraba a salir.
- Estar siempre pendiente del teléfono.
- Llegar a casa a altas horas de la madrugada.
- Intentar eludir a compañeros y/o amigos que puedan advertir el problema.
- Esconder objetos y utensilios en lugares recónditos de la casa.

3. El joven modificará su comportamiento:

- Discutirá con sus familiares respecto a las normas de convivencia establecidas en la familia.
- Se mostrará cada vez más reservado con sus propias cosas.
- Se relacionará menos con la familia, perdiendo los canales de comunicación.
- Tendrá cambios de humor bruscos: lo mismo está simpático, agradable y atento que se muestra suspicaz y agresivo.
- No podrá conciliar el sueño.
- Descuidará su aspecto personal.
- Se configurará en un gran manipulador de la familia, buscando todas la situaciones que le conduzcan al consumo.
Las cuatro reglas más importantes son:

1. NO ALARMARNOS: Hay que reflexionar serena, valiente, abierta y profundamente.

2. NO INFRAVALORAR NI EXAGERAR: Hay que dimensionar adecuadamente el problema.

3. HACERLE FRENTE: Se debe acudir al centro específico adecuado con la disposición de que:

- No es un problema exclusivo del hijo.
- No puede resolverlo solo.
- Pueden estar implicados problemas familiares y otros de tipo muy diverso

4. NO OCULTAR EL PROBLEMA: El ocultar un problema conduce a un sentimiento de vergüenza o ‘pecado’, y ni es un ‘vicio’ ni es un ‘pecado’. Se trata de una enfermedad o de un conflicto/crisis personal.
La drogodependencia se puede considerar una enfermedad. Afecta a toda la salud en general además de aspectos físicos, psicológicos y sociales. Cabe resaltar una peculiaridad y es que la responsabilidad del individuo está presente en todo momento: en el inicio, en el mantenimiento y durante el posible tratamiento de la misma.
Lamentablemente no se trata de algo sencillo, sino más bien todo lo contrario. Se trata de un proceso costoso en el que recibir ayuda es fundamental.

Con apoyo externo se encuentran estrategias diseñadas específicamente para ese fin y además contrastadas empíricamente a través de la experiencia.