Adicción a las benzodiacepinas: cuando el sueño se convierte en pesadilla

En una sociedad inmersa en el estrés y las prisas, son muchas las personas que recurren a pastillas para poder dormir. Y, si bien estos medicamentos son prescriptos por un profesional de la salud, preocupa la cantidad de casos de adicción a fármacos como las benzodiacepinas.

Las razones de padecer insomnio pueden ser muy variadas; desde la pérdida de un ser querido hasta las presiones de la vida moderna pueden quitarnos el sueño. Cuando decidimos consultar a un especialista, en muchos casos el profesional médico receta medicación para poder revertir esta situación y permitirnos un buen descanso.

Actualmente existen decenas de fármacos para aliviar el nerviosismo, las tensiones, los dolores y para inducir al sueño.

Uno de los más conocidos y prescritos son las benzodiacepinas, muy utilizadas para calmar signos derivados de la ansiedad; un fármaco sedante, miorrelajante, amnésico y anti convulsiones. Algunos ejemplos son: Tranquimazín, Orfidal, Diazepam, Valium, Rohipnol, Lexatin, Tranxilium, Noctamid, Dormodor, etcétera.

Debido a sus poderosos e inmediatos efectos sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, son los fármacos de mayor abuso. Desde hace unos años, los profesionales advierten sobre la necesidad de realizar un tratamiento con una duración limitada, ya que su uso prolongado puede derivar en otras dolencias como adicciones, dolores psico-somáticos, depresiones, etcétera. Sin embargo, a pesar de las continuas advertencias, un gran número de la población mundial hace un mal uso de este fármaco incurriendo en conductas de riesgo.

¿En qué consiste la adicción a las benzodiacepinas?

En la mayoría de los casos, el consumo de estos fármacos comienza por prescripción médica. En este punto, es fundamental entender la importancia de ceñirse de forma estricta a las dosis y periodos recomendados por el profesional.

Generalmente, la adicción aparece cuando no se siguen correctamente las pautas médicas indicadas en el tratamiento, de modo que la solución se acaba convirtiendo en un grave problema.
En muchos de los casos, el problema de la adicción ya existía incluso antes de acudir al profesional médico, cosa que el adicto suele esconder, minimizar o manipular frente al profesional buscando así la justificación perfecta al consumo de una droga legal recetada por un facultativo como solución a sus problemas que generalmente están ocasionados por el propio trastorno de adicción.

Muchas personas que lo toman durante un tiempo prologando no se dan cuenta del desarrollo de su dependencia, hasta que un día intentan dejarlo.

De la misma manera, el consumidor habitual con el tiempo va a necesitar más dosis para producir los efectos de calma y sosiego que busca, lo que se conoce como tolerancia ante la droga.
Aunque las benzodiacepinas son medicamentos, son igual de perjudiciales que otras sustancias adictivas como el alcohol o algunas drogas ilegales como el cannabis o la heroína.

Su estructura química potencia el efecto del GABA, un neurotransmisor relacionado con la calma. El efecto GABA reduce la actividad de ciertas células del cerebro y calma la excitación neural. Por tanto, el consumo de benzodiacepinas potencia la sedación neural, con la cual, su consumo es un factor de riesgo para desarrollar adicciones, especialmente en edades donde el cerebro aún se está desarrollando (hasta los 21 años de edad).

Unos de los principales efectos derivados del consumo excesivo de benzodiacepinas es el aumento de ansiedad e irritabilidad. También pueden generar problemas de memoria, somnolencia, disminución del apetito sexual, vértigo o malestar general, entre otros.

Señales de la adicción a las benzodiacepinas

  • Eres incapaz de dormir por las noches sin las pastillas
  • Tienes dolores de cabeza regulares
  • Te sientes cansado e inquieto, incluso después de haber dormido durante 6-7 horas
  • Tienes sensaciones de náuseas, ansiedad y dificultad para respirar
  • Experimentas los síntomas de abstinencia cuando intentas mantenerte fuera de las pastillas
  • Experimentas cambios de humor, agresividad o irritación
  • Padeces de “insomnio de rebote”, el empeoramiento del insomnio por debajo de la línea de base anterior al tratamiento, tras la discontinuación de los fármacos

¿Cómo tratar esta adicción?

Son muchas las variables que entran en juego para determinar si una persona es adicta a las benzodiacepinas. Lo ideal es consultar a un especialista en adicciones, para que bajo una opinión experta diagnostique si hay una adicción o no, y el tratamiento necesario para solucionarlo.

La desintoxicación se realiza de forma progresiva y muy solapada con la fase de deshabituación, fase que requiere trabajar en paralelo sobre los campos físicos, psíquicos y emocionales.
En CT Vallès contamos con profesionales altamente cualificados para apoyarte y acompañarte en el proceso de sanación.

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