La recaída (El fantasma en el proceso de recuperación)

La palabra “recaída” es como una sombra que acecha tanto al paciente que está en proceso de recuperación como a su entorno, generando ansiedad y sufrimiento. Así que hablemos de ello: comprender este fenómeno con más profundidad puede ayudarnos a minimizar los síntomas.

Lo primero es aclarar que una recaída sólo la podemos tratar como tal cuando el paciente está en tratamiento. Si no hay tratamiento, no podemos hablar de recaída, ya que una cosa es dejar de consumir y otra bien diferente es tratar la adicción.

Este es un error muy común que lleva a confusión y es necesario esclarecer. Un adicto puede dejar de consumir y contenerse (cuando hablamos de consumo, también englobamos las conductas adictivas como el juego, sexo o pantallas) por un determinado tiempo sin necesidad de contactar con el síndrome de abstinencia, lo que en tratamiento llamamos coloquialmente hacer un parón. Esto suele ser después de un episodio desagradable donde ha habido consecuencias negativas importantes o simplememte como mecanismo de supervivencia para seguir consumiendo, es decir, si el celebro sabe que va a volver a consumir mas adelante, el adicto puede estar tranquilo hasta que se vuelve a dar el consumo y entonces se lo vende como una “recaída”. Sin embargo, como aclaramos al principio, no podemos hablar de recaída si el paciente no está en tratamiento, por eso hay instaurada en la sociedad la creencia de que los adictos siempre están recayendo y es tan dificil superar una adicción.

La Organización Mundial de la Salud define la adicción como un trastorno, una enfermedad crónica con tendencia a la recaída y consideran a ésta como parte del proceso en el aprendizaje de mantener una vida en sobriedad.
El problema es que el precio es demasiado alto ya que los costes a veces son irreversibles, tanto físicos, sociales, emocionales, económicos, etcétera. Después de una recaída, la remontada es mucho más difícil y dolorosa. La culpa, la rabia y la pérdida de confianza se apoderan del paciente y volvemos al punto de partida. Los recursos se van agotando y muchos pacientes acaban perdiéndolo todo.

Esta es la razón por la cual en el Centre Terapéutic del Vallés no estamos de acuerdo con este término y no entendemos que la recaída forme parte del proceso. Este tratamiento está basado en la experiencia y el proceso de sanación de miles de personas. En base a las experiencias y recaídas de muchísimas personas, se fue elaborando esta metodolgía y este modelo de tratamiento que se adelanta a la recaída alertando al paciente, reconduciéndolo hacia la aceptación del trastorno y de un modelo de vida en sobriedad.

Que no aprobemos la recaída como parte del proceso no significa que no haya recaídas en un determinado porcentaje de nuestros pacientes. Son diversos los motivos por los que alguien puede acabar recayendo. Cuando esto sucede, se analiza la situación para ver dónde empezó el proceso y cuáles son las fases hasta que se dio el consumo. Utilizamos la recaída como oportunidad de aprendizaje para el propio paciente y para el grupo. Esta es la base del tratamiento: detectamos cuándo un paciente está en proceso de recaída y reconducimos con seguimiento para mantener su abstinencia. Trabajamos con cada paciente dia a dia con sumo detalle para evitar que entre en proceso de recaida y aprenda a manejarse con su emfermedad sin tener que pagar el alto precio de una recaída. Entonces, si un paciente recae, lo recogemos y lo apoyamos para que vuelva a levantarse y aprenda de ello. En este punto, queremos transmitir que si el paciente sigue nuestras recomendaciones al cien por cien, no tiene por qué haber ninguna recaída. El método es fiable.

Se puede superar una adicción sin necesidad de recaer y se puede estar muy bien sin necesidad de consumir. Por mal que estén las cosas, siempre hay una salida. En CT-Vallès estamos para acompañarte.

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