Causas emocionales de las adicciones y co-dependencias

Millones de personas en el mundo padecen de adicciones y co-dependencias en general, hoy daremos un vistazo de los tipos de adicciones y co-dependencia a diferentes conductas. La neurociencia, en la actualidad, considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten la misma base neurobiológicas.

Adicciones de ingestión (Química): Alcohol, Nicotina, Cocaína, Marihuana, Opio, Sedantes e Hipnóticos, Anfetaminas, Éxtasis, Heroína.
Adicciones de ingestión (Comida): Anorexia, Bulimia, Comedor Compulsivo.
Adicciones de conducta: existen adicciones a procesos, como la adicción al sexo (Trastorno Compulsivo Sexual), la adicción al juego (Ludopatía), la adicción a la pornografía, la adicción a la televisión, la adicción al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (Tecnofilia), la adicción al azúcar, la adicción al teléfono celular o móvil (Nomofobia), la adicción al trabajo (Trabajolismo) y la adicción al internet (Ciberadicción), a las relaciones (Co-dependencia), sectas (Sectadependencia), religiones (Obsesión religiosa o escrupulosidad).

A lo largo de diferentes publicaciones, iremos compartiendo los distintos tipos de adicciones, sus diferentes causas y consecuencias o factores de riesgo (ya sean biológicos o de conducta socio-familiar y cultural), y por supuesto, las diferentes formas de recuperación, intervención y ayuda profesional a las personas afectadas y su familia o entorno de convivencia.

Addictus: enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través de una sustancia u otras acciones.

Veamos ante todo el significado de la palabra adicción. Del latín Addictus: enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través de una sustancia u otras acciones. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales, así como una respuesta emocional disfuncional. El resultado es una disminución de la calidad de vida del afectado/a, generando problemas en su trabajo, en su familia, su pareja y en el entorno social.

Por otro lado, desde una sociedad moderna y cercana a buscar las causas emocionales que producen un conflicto biologizante o comportamental, y replanteando el origen de la palabra adicto, se puede percibir otro significado tal como lo “no dicho”, aquello que no se puede o no se quiere expresar. Las adicciones están relacionadas al núcleo familiar, a la sobreprotección materna y a la ausencia del padre; ambos casos por falta de amor incondicional. Toda adicción busca evitar el contacto con la emoción, puede ser un sentimiento de vacío existencial, falta de amor, sentirse solo o desconexión con su propia esencia, entre otras cosas.

La Toxicomanía responde a cuatro elementos: Deseo irrefrenable de consumir un producto, una tendencia a aumentar la dosis, una dependencia psicológica o incluso física, consecuencias nefastas sobre la vida cotidiana.

Conflictos

  • Necesidad de obtener amor o reconocimiento del otro (a menudo de los padres). “¿Van a venir a ayudarme? ¿Acaso no ven que estoy sufriendo, que estoy muriendo?”
  • Programa inconsciente de muerte y autodestrucción.
  • Verificar si el programante no son los medicamentos que debió tomar la madre para no perder el embarazo: “Droga=Vida”.
  • Drogas: Las drogas son búsqueda de iniciación. En las tribus antiguas en la adolescencia, las y los jóvenes debían pasar pruebas de iniciación con danzas y alucinógenos. Nuestra civilización ha aseptizado el concepto, pero al mismo tiempo dejado a la adolescencia huérfana de iniciación. Entrar al mundo adulto sin iniciación, sin preparación, produce un gran miedo y si frente a ese miedo, que en muchos casos es muy específico, no tenemos el apoyo emocional de nuestros padres, lo iremos a buscar en la memoria arcaica de las iniciaciones. “Quiero ver lo que me espera, lo que será, lo que hay del otro lado”.
  • Las adicciones están en relación con lo no dicho (a-dicción) pero más precisamente con la falta de palabra (a-dicción también), la falta de Verbo:
    • “No tengo la capacidad de llegar al Verbo, no quiero o no puedo experimentarlo, no quiero o no puedo decir, no quiero o no puedo nombrar, no quiero arriesgar con la palabra puesto que tengo miedo a fallar en mi creación, no puedo reconocer mi Verbo, mi Yo más íntimo”.
    • “Busco algo de afuera que tome el lugar de quien dirige mi evolución espiritual (Yo) mientras Yo experimento con lo exterior a mí. Es decir que busco un “vice” (vicio en inglés y en francés) que gobierne por mí, que me ayude a tomar decisiones, que me apoye, que me sirva de muleta y por sobre todas las cosas, que tome la responsabilidad de mis errores puesto que me desvalorizan y yo debo ser perfecto. En la adicción, yo no soy culpable, mi adicción lo es”.
  • La persona no tiene un vicio, sino una adicción. Quien menciona la palabra “vicio” es el otro en realidad, que está juzgando desde lo intelectual y socialmente moral. Mientras diga “vicio” y no “adicción”, no podrá ingresar al universo del adicto para comprenderlo, puesto que el adicto no acepta la desvalorización que supone la palabra “vicio”.
  • Conflicto Básico: Necesidad de huir, escapar.
  • Conflicto Psicológico: Esconderme, no mostrarme, pasar desapercibido / estar preso de mí mismo, represión de ira, de enojo, de agresividad, de estar encerrado. Personas que no pueden controlar el impulso, ira o agresividad, estoy como preso en mi propio cuerpo, lo reprimo porque si sale hago un desastre. No lo puedo controlar y por lo tanto me controla.

¿Cuáles son las causas que llevan a una persona a consumir drogas entonces? Los factores comunes del abuso de drogas:

  • Antecedentes familiares de abuso de sustancias.
  • Una afección mental o de comportamiento, como depresión, ansiedad o trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TDAH).
  • Comportamiento impulsivo riesgoso.
  • Antecedentes de eventos traumáticos, como haber tenido un accidente o haber sido víctima de abuso.
  • Baja autoestima o sentimiento de rechazo social, entre otras.

Consecuencias negativas del abuso de drogas:

  • Drogadependencia.
  • Falta de criterio (en interacciones sociales o personales).
  • Actividad sexual (actividad sexual de alto riesgo, sexo no seguro).
  • Trastornos de salud mental (depresión, ansiedad).
  • Cambios en el rendimiento académico y/o profesional.

Efectos de las drogas en la salud:

  • Cocaína: Riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y convulsiones.
  • Éxtasis: Riesgo de insuficiencia hepática e insuficiencia cardíaca.
  • Inhalantes: Riesgo de daño al corazón, los pulmones, el hígado y los riñones tras un consumo prolongado.
  • Marihuana: Riesgo de deterioro de la memoria, el aprendizaje, la resolución de problemas y la concentración; más adelante con el uso temprano y frecuente, riesgo de psicosis, como esquizofrenia, alucinaciones o paranoia.
  • Metanfetamina: Riesgo de conductas psicóticas tras un uso a largo plazo o en dosis altas.
  • Opioides: Riesgo de dificultad respiratoria o muerte por sobredosis.
  • Cigarrillos electrónicos (vaporizadores): Exposición a sustancias nocivas similares a la exposición que ocurre al fumar cigarrillos, riesgo de la dependencia de la nicotina.

La ayuda profesional es la más efectiva para este tipo de problemáticas.

La fuerza de voluntad puede ser de ayuda para deshacerse de la adicción, pero realmente la ayuda profesional es la más efectiva para este tipo de problemáticas. El tratamiento sirve para gestionar las emociones que en primera instancia desencadenaron la adicción, a la vez de también gestionar aquellos que son producto de la propia adicción y que incrementan el riesgo de que se vaya a peor.

En caso de que se considere oportuno, sobre todo con personas alcohólicas y adictas a drogas fuertes como la cocaína, ingresar en un centro de rehabilitación. En estos lugares hay otros pacientes, todos ellos trabajando juntos para alcanzar las mismas metas, que es la sobriedad y la liberación de las cadenas de la adicción. En estos centros, los mensajes son positivos y esperanzadores, en donde se motiva a los pacientes a que se imaginen un futuro prometedor, libre de las peligrosas y dañinas drogas.

Durante la terapia, los pacientes también aprenden cómo reconocer disparadores que les motivan a consumir drogas, para evitarlos o aprender a convivir con ellos, luchando contra sus ganas de consumir y evitando echar a tierra su sobriedad. Desarrollarán también estrategias para resistir su voz interior que les dice que “por un poco no pasa nada”.

Es fundamental que a lo largo de la terapia se implique a la familia, pues el entorno familiar es también origen de las causas emocionales de las adicciones, a la vez que también reciben sus consecuencias. Se debe dejar hablar a los familiares sobre sus emociones y el impacto que ha tenido la adicción en sus vidas. La idea en la terapia familiar es no echar la culpa o provocar vergüenza a la persona adicta, pues estas emociones no son nunca productivas. Lo que se debe hacer es facilitar la buena comunicación, el respeto mutuo y generar unas dinámicas familiares más constructivas.

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